jueves, 28 de noviembre de 2013

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Desde pequeños a los hombres les han dicho que no fueran tiernos, y nos enseñaron lo que significa la empatía. Al contrario, les obligaron a demostrar nuestra masculinidad y a pelearse con los que se atrevían a ponernos en duda.Les aconsejaron que nos alejáramos de las mujeres o chicas. La clave era pasar de las mujeres y no convertirnos en "nenazas".

Este tipo de educación hoy es bastante diferente. A los chicos como yo se les trata como a todo el mundo.  

Les enseñaron a mantener ocupada a las mujeres.

En el siglo XX se marcó el principio de una nueva era y en el siglo XXI debería ser un nuevo pacto.

La progresiva incorporación de las mujeres al ejercicio continuo de sus derechos, una conquista que en estos tiempos de crisis corre riesgo de pararse e incluso retroceder.

El posmachismo adquiere muchas formas sutiles que no demuestran el fondo sociocultural.

Otro hombres nos encontramos entre el desconcierto y una nueva identidad.    

Sólo así pondremos las bases para que las mujeres empiezan a descender y para que nuestros hijos y hijas sean capaces de construir relaciones afectivas y sexuales desde la autonomía y el respeto.La lucha por la igualdad seguirá amarrada por la superficialidad de los discursos y la violencia sobre las mujeres. Ya que es que cuestiona la autonomía y dignidad de la mitad de la ciudadanía y de todos los ciudadanos del mundo.

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