martes, 1 de abril de 2014

el agua en las ciudades romanas

Desde los principios de la existencia del hombre, la presencia del agua ha sido uno de los ejes fundamentales en los que se ha basado el desarrollo de cualquier asentamiento, ciudad o cultura.

 Tanto es así que desde las más remotas civilizaciones se ha intentado manipular los caudales de agua para sacarles el máximo rendimiento en la agricultura, abastecimiento urbano, ornamentación, etc.

Existen restos e indicios de infraestructuras hidráulicas en las antiguas culturas Egipcia, Mesopotámica, Griega y China, pero ninguna de ellas llegó a igualar la destreza con la que los romanos consiguieron captar el agua, transportarla, distribuirla y eliminarla.

La ingeniería civil romana se desarrolló de tal modo que hoy en día se les considera como los mejores ingenieros de la antigüedad, habiendo legado un amplio patrimonio por todo el territorio que ocupó su vasto imperio.

 En general, no se puede decir que fuesen grandes innovadores, pero por contra, en sus edificaciones emplearon principios físicos y constructivos simples, el trabajo de los esclavos y mucho tiempo. 

En lo que respecta a la gestión de las aguas, consiguieron canalizarla hasta los puntos de consumo, elevarla a los edificios y fuentes, repartirla por los campos, etc.

   
                             procedencia de la imagenes y del texto

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